Desde 2001 el
terrorismo virtual se ha convertido en uno de los novedosos delitos de los
criminales informáticos los cuales deciden atacar masivamente el sistema de
ordenadores de una empresa, compañía, centro de estudios, oficinas oficiales, etc.
Un ejemplo de ello lo ofrece un hacker de Nueva
Zelanda, Owen Thor Walker (AKILL), quien en compañía de otros hackers,
dirigió un ataque en contra del sistema de ordenadores de la Universidad
de Pennsylvania en
el año 2008.
La
difusión de noticias falsas en Internet (por ejemplo decir que va a explotar
una bomba en el Metro), es considerado terrorismo informático y es procesable.